El jefe de Estado Islámico Haji Imam era el director de finanzas del grupo y resultó muerto en la campaña que tiene Estados Unidos para eliminar a la agrupación que ya ha logrado perder fuerzas en Siria e Irak. Según Ash Carter, secre de Defensa gringo, Imam era "un terrorista bien conocido".
También se dio a conocer que otros participantes del frente islámico también fueron asesinados, con el fin de debilitar al movimiento extremista. A su vez, hablaron de que al morir Imam "Los jefes pueden ser reemplazados, pero estos jefes han estado activos durante mucho tiempo, son experimentados", dando un fuerte golpe al grupo terrorista.