Un año después de la operación "Plomo Fundido", en la que el ejército israelí bombardeó la Franja de Gaza para menguar el poder del grupo Hamas, se conoce la verdad sobre el uso de armas químicas.
El propio ejército israelí a través de un portavoz militar, informó que sometió a proceso disciplinario a dos altos oficiales por el uso inapropiado de artillería en zonas densamente pobladas durante la ofensiva israelí en Gaza en enero del año pasado.
Los dos militares, un oficial de brigada y un comandante, fueron oficialmente amonestados por utilizar artillería contra un almacén de ayuda humanitaria de la ONU el 15 de enero de 2009, lo que violó las normas de uso de este tipo de armas en zonas densamente pobladas.
Según consta en el informe Goldstone de las Naciones Unidas, el ejército israelí disparó al menos siete bombas de fósforo, lo que viola las reglas del derecho internacional.
La ONU instruyó tanto a los militares israelíes y de Hamas para que investiguen el tema internamente.