Anders Breivik no deja de sorprender. El tipejo, condenado a 21 años de cana por el asesinato de 77 lolos indefensos en una isla de Utoya, pidió una revisión a las condiciones en que se encuentra encerrado, las que calificó como "inhumanas".
Y claro, según la revisión de las autoridades, el dolape apenas cuenta con 3 celdas: una para dormir, otra para ejercitarse y una tercera para leer.
Además, sus precarias condiciones lo tienen con un PlayStation 2, un computador sin internet y una silla poco cómoda que no lo tienen nada contento.
Por lo mismo, la revisión de su cautelar conlleva la incorporación de un sofá, la adquisición de un Playstation 4 y nuevos títulos para adultos, ya que lo obligan a jugar cuestiones sin violencia. ¡Crueles!
A través de una carta escrita a las autoridades el año pasado, Breivik advirtió que "me pusieron en este infierno y no voy a sobrevivir mucho tiempo. Me están matando. Si yo muero, todos los extremistas de derecha de Europa sabrán exactamente quién me ha torturado hasta la muerte".
Una vez atendidas las necesidades del criminal, la Justicia noruega accedió a una revisión de sus medidas de reclusión, las que comenzaron durante la matina de hoy y que se extenderán por cuatro días.
Lo penca, es que en lugar de agradecer la revisión y mostrarse algo sumiso, Breivik apareció en la audiencia rapado y apenitas se vio sin esposas, tiró un saludo nazi pa’ las cámaras. Si será.
