Mientras los monitos en Chile le ponen el gorro a la linda Cristi con una rubia más rica que Megan Fox bañada en chocolate, en Inglaterra Kesho y Alf, dos hermanos gorilas que se criaron juntos en cautiverio, sorprendieron al mundo con un reencuentro digno de final de teleserie.
Los animalitos tuvieron que separarse en 2010, cuando uno de ellos tuvo que abandonar su hogar en Dublin para someterse a un programa especial de alimentación en la capital inglesa, tras presentar serios problemas médicos en relación a su fertilidad. Según contó el Mirror, el tratamiento resultó del uno y pudo volver con su brother.
A pesar de los notorios cambios físicos que Kesho experimentó durante el procedimiento, su hermano Alf no tuvo dramas en reconocerlo y correr para abrazarlo como si la vida volviera a empezar. "Estábamos seguros que se iban a reconocer, pero en el momento en que se encontraron podías verlo en sus ojos", contó uno de los capos de la reserva Wiltshire.
"Estuvieron muy cariñosos en la jaula que temporalmente los separó. 24 horas después los pusimos juntos y fue como si nunca los hubiésemos separado. Estaban de muy buen ánimo y hubo muchos juegos, caídas y rodadas por el piso, pero ninguna agresión", explicó Tye.
Lo cuático es que, según los expertos, no es habitual que estos machos tenga este tipo de reacción. "Ellos formaron lazos muy fuertes y Kesho es increíblemente tolerante. Si hubieran sido dos extraños, hubieran tenido muchísimas confrontaciones cara a cara, peleas y gritos", contaron.