El día en que Lenin y Stalin se aforraron por unas monedas

Dos figuras "sacrosantas" de la Revolución Rusa, Lenin y Stalin, nunca fueron amigos.

Sí eran camaradas en la lucha contra el régimen del zar Nicolás II, y el segundo terminó sucediendo al primero al frente de uno de los regímenes que marcó la historia del siglo XX, primera y segunda guerras mundiales de por medio, además de 30 millones de muertes.

Ya finados, la fábula  ideológica los elevó a la categoría de "dioses" y hermanos en el marxismo.

Pero este martes 7 de julio, en un confuso incidente, Vladimir Ilich Ulianov, genio político, e Ioseb Besarionis dze Jughashvili, maestro del complot y estandarte de los tiranos, se agarraron a paraguazos en una estación del Metro de Moscú, cerquita de la famosa Plaza Roja.

¿Volvieron de la tumba para zanjar viejas diferencias ideológicas en la era de los hijos de Putin? ¿Lenin lo acusó de traicionar al socialismo y el otro le contestó?No. No eran zombis, sino que los dobles de ambos personajes.

Latif Valiev, que las funge de Stalin, e Ígor Gorbunov, que se gana los rublos como Lenin, se agarraron cuando el primero acusó al segundo de coludirse con otro Stalin para acaparar a los turistas que se toman fotos con ellos a cambio de unas propinas.

Lenin mandó a Stalin a ver si estaba nevando en Siberia, y éste no aguantó tamaña afrenta y armado de un paraguas "kalashnikov" le aforró tupido en el lomo.

Al verse superado por el gordo, Lenin corrió hasta un cuartel móvil de la policía moscovita, donde acusó de agresión al "padrecito de la revolución", quien deberá poner el caracho donde jamás lo puso en vida: los tribunales de justicia.

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