La jornada del sábado fue la más negra para las fuerzas del líder Muammar Al Gaddafi desde que comenzaran los ataques de la OTAN.
El ejército francés confirmó durante la tarde de ayer que sus fuerzas en Libia destruyeron al menos cinco aviones de combate modelo "Galeb" del ejército libio, mientras que también hicieron pebre dos helicópteros de combate MI-35, los que se disponían a atacar en la zona de Misrata.
El ataque, coordinado con flotas francesas y libias que volaban sobre los famosos Mirage, hizo valer la condición de exclusión aérea sobre Libia, según confirmó el Ministerio de Defensa galo.
La televisión libia informó que los ataques de las fuerzas internacionales se centraron en la ciudad de Zliten, a 160 km al este de la capital.
Pero el mayor dolor de cabeza para las fuerzas de Gaddafi ocurrió cortesía de los rebeldes, que luego de varios enfrentamientos recuperaron la ciudad de Ajdabiya.
La agencia AP consignó que los soldados dejaron botados uniformes y municiones en su huida ante los ataques aéreos de la fuerza internacional. Tras los ataques, los choferes hicieron sonar las bocinas de sus vehículos y ondearon la bandera de los rebeldes (en la foto).
La ciudad es indicada como estratégica en la guerra, pues fue la última ciudad que recuperaron los soldados libios antes que la OTAN decidiera ingresar al conflicto.
Por otro lado, la Fuerza Internacional de la OTAN, ISAF por sus siglas en inglés, confirmó que el viernes un escuadrón atacó por error a dos hombres, dos mujeres y tres niños, quienes murieron producto de las balas en el distrito de Naw Zad, en Afganistán. En el fuego también fueron heridas cinco personas.
Según las cifras de la ONU, en 2010 murieron casi 2.800 civiles en ese país.