Betty Broderick efectuó el crimen después de que su esposo abogado, Dan, le fuese infiel con su secretaria. Una serie del streaming retrata su historia.
Fue la madrugada del 5 de noviembre de 1989 cuando se efectuó un crimen que conmocionó a Estados Unidos.
Esa jornada, una mujer llamada Betty Broderick (41) entró a la casa en la que vivían su exesposo y su nueva cónyuge: Dan Broderick (44) y Linda Kolkena (28).
Para abrir la puerta, utilizó las llaves de su hija. Junto con ella, llevaba una pistola.
Armada, Betty subió por las escaleras de la mansión ubicada en San Diego, California.
Así, llegó a la pieza matrimonial de Dan y Linda, quienes se casaron después de que él le fuese infiel con ella a su exesposa.
Una vez que Kolkena se dio cuenta y empezó a gritar, Betty apuntó en su dirección y apretó el gatillo. El hombre también fue víctima de los disparos.
Y cuando este último trató de alcanzar el teléfono, sacó el cable de la pared.
No bastaría mucho tiempo para que sus nombres se hicieran conocidos en toda la nación: los Broderick habían pasado de ser vistos como un matrimonio ideal a ser relacionados con una serie de engaños, agresiones y un doble homicidio.
Tras concretar los asesinatos, Betty se fue de la escena del crimen.
Sin embargo, pasaron unas horas para que fuese a entregarse a la policía y confesara lo que había hecho. Ya no había vuelta atrás.
El caso de Betty y Dan Broderick
Dan y Betty se casaron el 12 de abril de 1969. Por esos años, ella se dedicó a sostener a la familia mientras él completaba sus estudios en la Escuela de Derecho de Harvard.
Previamente, el hombre había estado en la carrera de medicina en otro establecimiento académico.
Con el paso del tiempo, una vez recibido, Dan Broderick se consolidó como un reputado abogado.
Para ese entonces vivían en California y contaban con un prominente pasar económico.
De hecho, según datos rescatados por Infobae, Dan llegó a ganar más de un millón de dólares al año.
Para las miradas externas, su matrimonio parecía ideal: tenían dinero, un Corvette de lujo, un bote y una cabaña para ir a esquiar.
No obstante, en 1983 Betty comenzó a sospechar de que Dan le era infiel.
El abogado había ascendido a su joven secretaria, Linda Kolkena, al cargo de su asistente personal.
Lo anterior, a pesar de que no tenía la experiencia requerida para ese puesto.
Una vez que confirmó que sus presunciones efectivamente eran ciertas, Betty reaccionó con actos como quemar su ropa y lanzarle objetos.
Incluso, durante el proceso de divorcio, hasta pintó su dormitorio con aerosol y tiró comida por la pieza.
La situación llevó a que, en 1984, él pidiera una orden de restricción contra Betty.
Frente a este escenario, ella reaccionó chocando su auto contra la puerta principal de la casa de Dan.
Luego, se registró que llevaba un cuchillo en el vehículo. Se determinó que debía pasar cerca de tres días en un centro psiquiátrico.
El divorcio se concretó en 1986. Dan se quedó tanto con la residencia como con la custodia de sus hijos.
Solo bastaron unos años para que él y Linda se casaran el 22 de abril de 1989.
Poco menos de 7 meses después, Betty entró en la casa con la pistola y concretó el doble asesinato.
Qué se dijo durante el juicio y cuál fue la sentencia
Betty afirmó en las audiencias que su objetivo era atentar contra su vida en frente de la entonces pareja, pero que al escuchar a Linda gritar terminó disparándoles a ellos.
Desde su defensa aseguraron que la mujer fue víctima de abuso emocional y control financiero de parte de su exesposo.
Aún así, una llamada telefónica grabada reveló que tenía intenciones de que Dan falleciera.
En esta, le había dicho que “ojalá” se muriera.
Por otro lado, varios de los testimonios dijeron que Dan utilizaba su dinero para manipular a Betty.
Pese a lo anterior, el registro de la llamada, el relato de Betty y los actos de vandalismo que protagonizó fueron suficientes para que se le declarara culpable de dos cargos de asesinato en segundo grado.
Tras recibir una sentencia de cadena perpetua en 1991, fue recluida en la Institución para Mujeres de California.
Se tiene previsto que en 2032 tenga su próxima audiencia para evaluar la libertad condicional, después de que en 2010 esta se le fuese denegada, según rescató el citado medio.
La historia del matrimonio Broderick ha sido contada en distintos libros y producciones audiovisuales.
Una de las más conocidas es la segunda temporada de la serie Dirty John, en la que la actriz estadounidense Amanda Peet interpreta a Betty.
De la misma manera, Christian Slater toma el papel de Dan y Rachel Keller el de Linda.
Puedes ver la reconstrucción del caso en el streaming, a través de Netflix, haciendo click en este enlace