El ex agente policial portugués Gonçalo Amaral (en la foto), que estuvo a cargo de investigar la desaparición del Madeleine McCann, compareció ante la justicia de su país, para defenderse de la acusación de haber torturado y agredido a la madre de otra niña desaparecida en 2004.
Según la acusación, Amaral y otros tres policías lograron, a través de apremios físicos y sicológicos, que la mujer confesara falsamente que había asesinado a su propia hija.