La agencia digital del país declaró que finalmente “ganó la guerra” en contra del formato que, a pesar de estar obsoleto, seguía siendo un requerimiento en varias oficinas estatales.
El año 2011, Sony se convirtió en la última compañía en el mundo en cerrar su fábrica de diskettes, dada la obsolescencia que ya en esos años había tenido el formato de almacenamiento de archivos digitales que dio vida al ícono de “Guardar Documento”. Se esperaba que, con este gesto, el uso de los antiguos discos portátiles que hoy son considerados reliquias comenzara a desaparecer, pero a veces los cambios en el mundo de la tecnología van más lentos de lo esperado.
A veces es por obligación, como por ejemplo la existencia de maquinaria muy antigua que sigue funcionando y que requiere el uso de diskettes -también conocidos como discos Floppy- para operar. Pero otras veces, como es el caso de Japón, ha sido por un tema simple de costumbres y aversión al cambio. Y esto porque, hasta comienzos de este año, las oficinas estatales de aquel país aun guardaban datos en soportes físicos como diskettes y CDs, algo que claramente está alejado de un país líder en tecnología.
Así es como las autoridades japonesas han tenido que pasar por varias vergüenzas: durante el año 2021, cuando se estaba ideando el plan de vacunación nacional por el COVID-19, se reveló que el gobierno contaba con muchos datos de sus habitantes respaldado solo en papeles y ese mismo año, la policía de Tokyo perdió un par de diskettes con información de 38 individuos que estaban postulando a subsidios habitacionales, siendo ese el único lugar donde esa información estaba alojada.
Todo esto hizo que el Ministro Digital Taro Kano, en el año 2022, declarara la guerra a este formato obsoleto y dedicara parte de su actividad en erradicar el uso de discos floppy en las oficinas públicas, lo cual significó la derogación de 1.034 regulaciones de uso que obligaban a que cada dato ingresado en el gobierno fuera respaldado además en un diskette.
Tras esta purga digital, solo una oficina pública del país quedó operando con este sistema, que aun sigue vivo en Estados Unidos, donde existe una tienda proveedora de diskettes para coleccionistas y maquinaria alrededor del mundo que lo requiera, pero según información entregada por ellos mismos, el 2026 se terminará el suministro de estos discos en el mundo.