El macabro crimen de María José, “la niña más linda del planeta” que fue atacada por un asesino serial

Joven fue asesinado por un desquiciado.

El homicidio dejó en evidencia a un cruel químico.

Como Miguel Cortés fue identificado “el Jeffrey Dahmer mexicano”, un homicida cuya crueldad hace recordar al siniestro asesino serial norteamericano.

En abril pasado, el sujeto (de profesión químico farmacobiólogo) confesó macabras prácticas para quitarle la vida a decenas de mujeres.

De hecho, se dio a conocer que usaba un cronómetro para medir el tiempo exacto en que los restos de sus víctimas se disolvían en ácido.

“Tras asfixiarlas y estrangularlas, Cortés cortaba las extremidades de los cuerpos con una sierra y luego las introducía en ácido o sustancias químicas para deshacerlas y eliminar cualquier rastro. Sin embargo, por razones aún desconocidas, conservaba algunos restos óseos, como los cráneos humanos que fueron encontrados en su departamento en la alcaldía Iztacalco”, detalló Publimetro.

El diario de Miguel Cortés

El periodista Antonio Nieto relevó que el descuartizador llevaba consigo un diario de sus crímenes. “Relatos brutales y precisos de cómo y cuándo acechaba”, afirmó el comunicador.

Esta prueba, que aún no ha sido detallada, sería clave para poder vincularlo con la muerte o desaparición de al menos 20 mujeres que habrían sido víctimas de sus brutales ataques. “Miguel Cortés quería ser descubierto. Quería parar, pero no podía”, añadió Nieto.

El crimen de María José

La caída de este asesino en serie se produjo tras asesinar a María José Castillo, una estudiante de 17 años que fue abordada por el sujeto, su vecino, cuando se encontraba sola al interior de su domicilio en la colonia Coyuya, en Ciudad de México. Aparentemente, habría intentado abusar sexualmente de la mujer.

Este crimen fue descubierto por la madre de María José, quien encaró al feminicida cuando intentaba huir. Lejos de conseguirlo, recibió un cuchillazo.

Posteriormente, Miguel Cortés se ocultó en un departamento y trató de escapar, pero vecinos de la adolescente lo retuvieron y entregaron a las autoridades. De ahí en más, todo se destapó.

María José estudiaba en el Colegio de Bachilleres Plantel 3 Iztacalco y se preparaba para el examen de admisión para ingresar a la universidad y estudiar Relaciones Comerciales.

Sus familiares la describieron como “la niña más linda del planeta, un ángel, toda felicidad”.

El relato del criminal

Después de ser arrestado, el feminicida dio detalles sobre el crimen y explicó que fue descubierto por la menor de edad, quien le pidió que se alejara y se fuera. “Me dio la impresión de que quería gritar hacia la ventana, creo que entré en un frenesí en donde no logré pensar, razonar mis acciones y mi primer impulso fue atacar a la persona”, declaró.

“Olvidé un detalle: cuando un cuerpo es asfixiado, quitas las manos y todo, y hay una respiración agónica, eso es muy normal. Para no quedarme más tiempo en la posición de ahorcamiento, cuando acomodé el cuerpo busqué en la cocina una bolsa de plástico y se la puse en la cara a la víctima para que, mientras yo acomodaba el cuerpo, la víctima continuara con su estado de asfixia”, explicó Miguel.

Además de María José, hay otras siete mujeres identificadas que podrían haber sido víctimas de este hombre: Amairany R., de 31 años; Frida Sofía L. de 32 años; Viviana Elizabeth G. de 37 años; Norma Elena O. de 41 años; Cinthia Vanesa E. de 39 años; Laura V. de 33 años y Claudia Andrea A. de 36 años de edad.

En vista de los antecedentes, la justicia mexicana decidió que Miguel deberá enfrentar su proceso en prisión preventiva, asignándose un período de seis meses para la investigación.

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