Francisco I no sólo es el primer Papa Latinoamericano, sino que además el primer jesuita en convertirse en el máximo líder de la iglesia Católica.
El Papa 266 nació en el barrio de Flores de Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, hijo de un modesto matrimonio de italianos formado por Mario Bergoglio, empleado ferroviario, y Regina, ama de casa.
Según la agencia EFE y datos de su biografía oficial, en 1958 comenzó el noviciado de la Compañía de Jesús por lo que se trasladó a Santiago de Chile donde estudió humanidades, en la que es hoy es la Casa de Retiro del Padre Hurtado, en la comuna del mismo nombre, según aporta Emol.
En nuestro país cursó Ciencias Clásicas, historia, literatura, latín y griego, hasta que en 1964 regresó a su ciudad natal.
Este amante del tango, del boxeo, del fútbol e hincha acérrimo de San Lorenzo de Almagro, tuvo también palabras de aliento para la Conferencia Episcopal de Chile tras el terremoto y tsunami del 27 de febrero del 2010. En una carta enviada el 1 de marzo ofrece apoyo a través de la oración y entrega sus bendiciones.
Cuando murió Juan Pablo II, Bergoglio sonaba fuerte como uno de los candidatos a tomar el lugar del sumo pontífice. Se encontraba entre los 117 cardenales menores de 18 y según se dice obtuvo el segundo lugar en las votaciones, que finalmente ganó Joseph Ratzinger.
El ex presidente Néstor Kirchner no fue santo de su devoción y fue duramente criticado por el marido de la señora K cuando se opuso tenazmente a la Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo.
Conocidas son sus cartas como cardenal a las monjas carmelitas de Buenos Aires donde llama a una "Guerra de Dios" en contra del proyecto y de "una movida del Diablo" por el controvertido tema.