El niño holandés Ruben van Assouw, que sobrevivió al trágico accidente aéreo en Libia, en el que murieron 103 personas, sonrió ayer ante la llegada de sus familiares, luego de que viajaran de urgencia para verlo en el hospital donde se recupera tras una operación exitosa en sus piernas fracturadas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda dijo que un tío y una tía del peque estaban en Trípoli, y funcionarios del hospital al-Khadra confirmó que un grupo de visitantes eran la familia del menor.