El príncipe Enrique de Inglaterra se gastó en cuatro horas 10.000 libras (11.310 euros) en botellas de champagne para relajarse con amigos del intenso entrenamiento como piloto de helicópteros, según revela el periódico británico "The Sun".
Enrique, hijo menor del príncipe Carlos, compró botellas de champán Moet y Laurent Perrier para él, amigos y desconocidos en el club nocturno Boujis de Londres, agrega el diario.
"Debió tener quince botellas de champagne en la mesa y calculo que desembolsó más del doble de esa cantidad para otra gente, fue realmente generoso", dijo Mustafa Ahmed, miembro del club.
"Las botellas cuestan 200 libras (unos 222 euros) cada una, pero él no hacía más que ordenar más. Debió pagar unas 10.000 libras en unas cuatro horas", agregó.
Según el periódico, la Familia Real debe estar preocupada por este derroche de dinero ya que la reina Isabel II ya ha pedido a sus familiares que eviten hacer alarde de riqueza en la actual situación económica británica.
Enrique, hijo de la fallecida Diana de Gales y el heredero de la corona británica, está aprendiendo a pilotar helicópteros del Ejército y en dos semanas sabrá el tipo de aparato que tendrá a su cargo, Apache, Lynx o Gazelle, dice "The Sun".
EFE
El príncipe Enrique se cuadró con copete del bueno
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