Un brasileño que se llamaba Elvis Presley Silveira Ferreira acudió a los tribunales para que le borraran su segundo nombre, ya que estaba chato que lo palanquearan en todas partes.
El garoto, natural de Río de Janeiro y de 25 peras, alegó que desde cabro chico que lo tienen para el web, luego que su papá, un fanático del rey del rock, le impusiera el nombrecito.
"Cuando fui a buscar mi licencia de conducir, todo el mundo se largó a reír", voceó súper choreadiño.
El tribunal de Río aceptó la petición y desde ahora el brasuca se llama Elvis, a secas, Silveira Ferreira.