"Mi Dios, mi Dios", clamaba y lloraba el ginecólogo palestino Ezzeldine Abu el-Aysh, mientras la televisión israelí transmitía en directo el ataque a su casa, en la Franja de Gaza.
La desgracia fue mayor, ya que el tanque de las Fuerzas Armadas hebreas acabó con la vida de tres de sus hijas y dos de sus nietos, en la localidad de Bet Lahya.
Los gritos de Abu el-Aysh se oyeron cuando un periodista del Canal 10 de Tel Aviv lo entrevistaba vía celular por el ataque a su hogar.
El hombre que en perfecto hebreo -pues trabaja en el hospital de Tel Aviv- relató su drama a la gran audiencia israelí, es el mismo que antes investigó los efectos de la violencia en niños árabes y judíos y que tres días antes del ataque había advertido y denunciado las atrocidades de las Fuerzas Armadas israelitas contra los civiles de la Franja de Gaza.
