El empresario conservero fue encontrado muerto en una habitación de hotel, en medio de escándalos por intoxicaciones y sobornos.
En todo un misterio se convirtió en Perú la repentina muerte de Nilo Burga Malca, conocido empresario del rubro alimenticio vinculado a sobornos y la entrega de productos en mal estado a escolares de ese país.
Burga, de 65 años, era presidente del directorio de Frigoinca y su cuerpo sin vida fue encontrado al interior de una habitación en un hotel de Lima, el miércoles 25 de diciembre.
El cadáver presentaba heridas cortopunzantes en su abdómen, tórax y nuca. Según una necropsia a la que accedió La República, habría muerto por el sangrado de aquellas lesiones.
Si bien se pensó en un homicidio, la Fiscalía y el propio abogado del empresario sugirieron que se habría tratado de un suicidio. Incluso, afirmaron que se encontró una carta firmada por Burga y dejada en su automóvil antes de ingresar al hotel.
Pese a aquello, lo ocurrido con el empresario sigue siendo un enigma.
Carne mal etiquetada y comida para perros
Esta muerte aparece pocos días después de que un medio peruano publicara un reportaje sobre el pago de sobornos desde la empresa Frigoinca a funcionarios públicos, con el fin de tapar intoxicaciones de escolares.
También se reveló que manipulaban el etiquetado de los alimentos para hacerlos pasar por carne de res, cuando en realidad era de de caballo, todo en medio de contratos fraudulentos con el Estado, a través del programa alimenticio Qali Warma.
Peor aún, se denunció que la misma compañía donó tarros de carne a un centro de estudiantes de Chepén que resultó ser alimento para perros.