No una ni dos, sino tres veces fueron las ocasiones en que la nadadora sudafricana Charlene Wittstock habría intentado arrancar del matrimonio con el príncipe Alberto de Mónaco, que se realizó el viernes pasado, y en donde la ahora princesa se lo pasó llorando a moco tendido.
Según el periódico online francés L'Express, la mujer de 32 años trató de escaparse a comienzos de mayo, cuando viajó a París a probarse el exclusivo traje de bodas hecho por Giorgio Armani.
Durante el viaje habría comprado un boleto a Sudáfrica sólo de ida e incluso pidió asilo a la embajada de su país en Francia.
El segundo arranque frustrado ocurrió durante el Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1, el domingo 29 de mayo.
Tres días antes del matricidio, Wittstock otra vez trató de arrancar. Llegó hasta el aeropuerto de Niza, pero la policía la detuvo y le confiscó el pasaporte, según la publicación.
Medios franceses lanzaron dos posibles hechos que hicieron huir a la princesa. El primero sería un supuesto tercer hijo por debajo del príncipe, que habría sido concebido mientras estaba con Charlene Wittstock.
El segundo sería el duro contrato prenupcial que tuvo que firmar, en donde la joven queda amarrada a concebir un hijo de Alberto y no separarse hasta dentro de cinco años.