¡Esta claro! A las mujeres no les gustan los hombres piolas. Los prefieren fanfarrones. Así de sencillo.
Los adanes, en cambio, buscan que sus evas no se vayan al chancho con el carácter y que se rían solas, al más puro estilo de Hollywood o novelas romanticonas.
Por lo menos esto es lo que juran de abdomen los sabiondos de la University of British Columbia. Para hacer el estudio, estos chiquillos mostraron a más de mil voluntarios, fotos de machos y hembras con expresiones que iban desde la felicidad (sonrisas de oreja a oreja) al orgullo (cabeza alta y pecho paloma) hasta llegar a la vergüenza (cabeza y ojos mirando a los bajos).
Cuando todos los chiquillos lorearon las fotelis, les preguntaron, ¿Qué onda?. El resultado fue diferente según el sexo. El género queremos decir...
Ellas mostraron patatús de hormonas por lo chicos que parecían orgullosos, fuertes y melancólicos. A ellos les zapateó el cuore cuando estuvieron frente a una mujer extrovertida y descartaron de una a las que se veían con demasiado confianza en sí mismas.
Los dos autores del estudio, Jessica Tracy y Alec Beall, señalaron: "Está claro que la investigación no se refiere a las decisiones profundas que cada uno pueda llevar a cabo en su vida respecto a su compañero sentimental, sino a las reacciones que se desencadenan en el primer encuentro", ¡Aaaah!