Estupor causa muerte de fiscal que investigaba a Cristina Fernández

El fiscal federal argentino Alberto Nisman, quien había acusado a la presidenta argentina Cristina Fernández de un presunto encubrimiento en el atentado perpetrado contra la mutual judía AMIA en 1994, fue hallado muerto en su departamento de la ciudad de Buenos Aires.

La muerte de Nisman, de 51 años, causó enorme impacto y estupor en Argentina a 20 años del mayor ataque terrorista en suelo che.

De hecho Nisman debía presentarse ayer en la mañana ante la comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados para referirse a su denuncia contra la presidenta argentina y el canciller Héctor Timerman por un presunto acuerdo con el gobierno de Irán para encubrir a siete iraníes con pedido de captura internacional y sospechosos de perpetrar el atentado en el que murieron en Buenos Aires 85 personas.

El secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, aseguró que Nisman "tenía diez efectivos de la Policía Federal que lo custodiaban" y que "era el jefe de esa custodia y disponía dónde, cómo y cuándo los quería".

Una premonitoria frase que terminó siendo cierta fue la que emitió el fiscal Nisman hace un par de días al diario argentino Clarín, al cual le aseguró que “yo puedo salir muerto de ésto”.

“Yo puedo salir muerto de esto”

"Desde hoy mi vida cambió. Es mi función como fiscal y le tuve que decir a mi hija que iba a escuchar cosas tremendas de mi persona", dijo a TN el miércoles, horas después de hacer pública su denuncia.

Pero su muerte también sembró un mar de dudas en varias personalidades argentinas que no creen en la versión oficial de un suicidio. El periodista Jorge Lanata, conocido por sus investigaciones contra supuestas irregularidades del gobierno de Cristina Fernández, señaló que le parecía "muy difícil de creer que  Nisman se suicidió (...) Esto le agrega al panorama algo que hasta ahora no había, que es violencia, porque me resulta muy difícil de creer que Nisman se mató, ¿el tipo antes de declarar se mata? Vamos chicos...".

Por su parte, el alcalde de la ciudad de Buenos Aires y aspirante presidencial, Mauricio Macri, indició que la muerte del fiscal Alberto Nisman debe ser un "hecho bisagra" para la Argentina, ya que "si termina en más impunidad es un desastre para el futuro institucional de nuestro país".

"Es importante que la justicia actúe en forma independiente, rápida, contundente, para decirnos qué paso con la muerte del fiscal", indicó.

La diputada nacional Elisa Carrió, una de las principales adversarias del gobierno, agregó que la muerte de Nisman "era previsible" y advirtió que constituye una "señal mafiosa".

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