BURGOS, 29/07/09.- Esta madrugada, una furgonetabomba explotó en Burgos, al norte de España y dejó 60 heridos leves.
La acción, que fue atribuida a ETA, dejó la crema, pero las autoridades consideraron un "gran atentado fallido" con el que pretendía causar una matanza.
La furgonetabomba fue colocada junto al cuartelresidencia de la Guardia Civil, un edificio de 14 plantas en el que a esa hora dormían 120 personas, y cuya fachada quedó destrozada a causa de la potente explosión.
La organización terrorista ETA, que busca la independencia del País Vasco y de cuya fundación se cumplen a finales de julio 50 años, no avisó previamente de la colocación del coche bomba que estalló a las 04.00 de la madrugada (22.00 horas Chilito).
La explosión sobrecogió a los vecinos de la zona donde se vivieron momentos de tensión y fue preciso desalojar algunos edificios.
Según el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la potencia de la explosión y la forma cómo se produjo muestran que se trató de "un gran atentado fallido", que buscaba sin "ninguna duda" víctimas mortales "en un lugar donde dormían casi 120 personas".
Por ello consideró este atentado "especialmente canalla" al ir dirigido no solo contra los agentes de la Guardia Civil sino contra sus familias.
Hasta hora se sabía que al hablar de ETA "nos enfrentamos a una banda de asesinos salvajes", pero "hoy sabemos que además están enloquecidos", agregó el ministro.
Según fuentes de la investigación, la furgonetabomba estaba cargada con más de 200 kilos de explosivo, que podría tratarse de amonitol, de efecto devastador, y utilizado por la banda en al menos cuatro ocasiones desde el año 2008.
La explosión, que ha dejado un enorme cráter de siete por dos metros, causó daños en siete de las catorce plantas de las dependencias del cuartelresidencia de la Guardia Civil en esa ciudad del norte, próxima al País Vasco.
El ministro del Interior confirmó que en total resultaron heridas 65 personas, de carácter leve.
Los cuarteles y residencias de los agentes de la Guardia Civil española han sido uno de los principales objetivos de ETA, contra los que ha perpetrado 89 atentados, en los que 33 personas murieron y más de 290 fueron heridas.
En sus 40 años de actividad violenta, la organización terrorista surgida el 31 de julio de 1959 ha asesinado a casi mil personas en su busca de la independencia del País Vasco.
En los últimos meses ha sufrido importantes reveses policiales en Francia, donde se esconden sus cabecillas, y en España, con la detención de varios de sus principales dirigentes.
El último atentado mortal lo cometió el pasado 19 de junio cuando asesinó al inspector de la Policía española Eduardo Antonio Puelles García, al que colocó una bomba lapa en los bajos de su coche.
Puelles, que fue asesinado en la localidad de Arrigorriaga, próxima a la ciudad vasca de Bilbao, es la única víctima mortal de ETA en lo que va de 2009, aunque la banda cometió otras acciones terroristas. Con el de hoy un total de ocho atentados.
La ciudad de Burgos donde estalló la furgonetabomba esta madrugada pertenece a la región de Castilla y León y ha sido escenario de varios ataques de ETA desde 1983, todos sin víctimas mortales y la mayoría vinculados a vías férreas y edificios militares.
También fue escenario de los secuestros del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara (enero de 1996), que permaneció 532 días retenido en un escondrijo en Mondragón (Guipúzcoa) y del político Javier Rupérez (1979), retenido 31 días.
ETA declaró en marzo de 2005 un alto el fuego que rompió con un atentado perpetrado en la Terminal Cuatro del aeropuerto de MadridBarajas el 30 de diciembre de 2006, en el que murieron 2 inmigrantes ecuatorianos.
En junio de 2007, la banda dio por rota oficialmente la tregua y la reanudación de la lucha armada tras fracasar un intento de diálogo con el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
EFE