Una multitudinaria despedida llena de jubilados maleantes tuvo Ronnie Biggs, el mítico ladrón conocido como el responsable del "robo del siglo", luego de pelarse un cargamento de billetes desde un tren en agosto de 1963.
Tal es la admiración por el hombre perseguido sin éxito durante 31 años por la policía londinense, que a su funeral llegaron al menos dos ex gánsters, Freddie Foreman y Dave Courtney.
Desde la cana también se hizo presente Charles Bronson, célebre criminal británico que envió un dibujo enmarcado desde su prisión.
Biggs fue cubierto por una bandera inglesa y otra brasileña, país donde se radicó por largo tiempo luego de arrancar con parte del motín.
En homenaje, su hijo Michael recordó hasta qué punto su padre había "adoptado la cultura brasileña" en Río de Janeiro, donde se volvió un amante de las mujeres y las fiestocas.
"Homenajearemos su vida con una buena borrachera más tarde", lanzó su hijo ante la concurrencia.
La despedida de Ronnie Biggs se da justo a 50 años del asalto al ferrocarril, considerado el "robo del siglo", con la que el compadre seguirá siendo recordado más allá de su muerte.