No es primera vez que un reportaje deja en evidencia las precariedades que deben sufrir las personas que están detrás de la producción masiva del gigante de la moda.
Shein, la firma de ropa rápida o fast fashion es exitosa, pero una de las más contaminante del planeta, y también una de las más cuestionadas.
La empresa está valorada en 59 mil millones de euros y espera capitalizarse en la bolsa de Londres. Su fórmula del éxito consiste en crear necesidad de compra en la gente, principalmente en mujeres jóvenes.
Realizan miles de diseños al año, tienen cientos de influencers que trabajan para ellos y los videos mostrando su ropa en redes sociales abundan. Además, es barato, tienen variedad de tallas y hacen envíos rápidos a todo el mundo.
Sin embargo, hay todo un mundo oscuro detrás. Un reciente reportaje de la BBC dejó en evidencia las precarias condiciones laborales de quienes realizan las prendas.
Jornadas laborales interminables
Shein tiene su oficina corporativa en Singapur, pero las compañías manufactureras están en el puerto de Guangzhou.
Desde el citado medio visitaron 10 fábricas, hablaron con cuatro propietarios y más de 20 trabajadores. Concluyeron que las jornadas se extienden por 75 horas semanales, lo que va en contra de la ley en China, que dice que cada siete días se debe trabajar como máximo 44 horas.
Por lo general, las jornadas duran entre 12 y 15 horas, dependiendo de quiénes quieran hacer horas extras. En promedio, trabajan desde las 08:00 AM hasta las 22:00 PM.
“Si un mes tiene 31 días, trabajo 31 días”, dijo un empleado al medio británico. “Normalmente trabajamos 10, 11 o 12 horas al día. Los domingos trabajamos unas tres horas menos”, agregó.
Según la ONG Public Eye, el sueldo base es de 2.400 yuanes mensuales ($320.000 chilenos), aunque muchas personas pueden llegar a los 4.000 yuanes ($550.000).
También existe otro sistema: “Nos pagan por pieza. Depende de la dificultad de la prenda. Algo tan sencillo como una camiseta es uno o dos yuanes (medio dólar) por pieza y puedo hacer una docena en una hora”, sentenció una mujer.
La empresa emitió un comunicado en respuesta a la investigación de la BBC: “Nos esforzamos por establecer los estándares más altos de remuneración y exigimos que todos los socios de la cadena de suministro se adhieran a nuestro código de conducta. Además, Shein trabaja con auditores para garantizar el cumplimiento de las normas”.
