El Gobierno cuate entregó (ayer) a la justicia gringa al capo del cártel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán. Esto a horas de que Barack Obama traspase la guaripola a Donald Trump.
A través de un comunicado, la cancillería de México informó a la pípol que había puesto a disposición de las autoridades de Estados Unidos al escurridizo "Chapo".
La entrega sucedió en medio de un fuerte operativo, en el cual Guzmán fue trasladado más custodiado que ocho desde la prisión de Ciudad Juárez con rumbo a Nueva York. Allí lo esperan para achacarle cargos por narcotráfico y asociación criminal, entre otros.
El depa de Justicia de los gringos le agradeció en un comunicado al presi de México, Enrique Peña Nieto "por su amplia cooperación y asistencia para asegurar la extradición de Guzmán".
SEÑAL PARA TRUMP
La extradición del reconocido capo cuate a EE.UU, justo un día antes de que Barack Obama entregue la jefatura gringa, fue interpretado por el mundo político y comunicacional como un reconocimiento a sus buenas relaciones bilaterales y un mensaje, a la vez, a la pachotada de Donald Trump hacia el pueblo mexicano.
Este hecho vuelve a poner en la agenda la relación de cooperación entre cuates y gringos, relación en la cual hoy existe gran incertidumbre por las promesas del rucio de levantar un muro en la frontera común y hacérselo pagar a México, como también deportar a inmigrantes, meter impuestos y hacérselas difícil en el terreno comercial.
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