Un grupo de pelusones opositores al Presidente de la República Checa, Václav Klaus, llegaron con un lápiz gigante hasta el palacio de Gobierno, en Praga, para exigirle al mandatario y a sus cumpas del gabinete que firmen su renuncia con el lápiz que Klaus se llevó desde el Palacio de La Moneda, el pasado 4 de abril en Santiago.
Klaus ha sido columpiado en el mundo entero luego que una grabación de la TV checa lo echara al agua guardándose una elegante pluma de lapislázuli con la que él y el Presidente Sebastián Piñera firmaron varios acuerdos bilaterales en medio de una muy protocolar visita de Estado, donde el gobernante extranjero mostró la hilacha.