Un funcionario español será despedido por faltar durante 10 años a su puesto de trabajo en la Diputación de Valencia, por el que cobraba 50.000 euros anuales (casi US$60.000).
Se trata de Carles Recio, el encargado de la jefatura del archivo de la provincia de la citada ciudad, un empleo de responsabilidad al que accedió en 2006. La Diputación de Valencia (gobierno provincial), de la que depende el archivo, abrió en enero un expediente informativo a Recio, actualmente de baja, quien reconoció entonces que llevaba todos esos años sin presentarse a trabajar.
Según señalaron fuentes conocedoras del caso, también ha sido sometida a un sumario la directora del archivo, María José Gil, por haber consentido las ausencias del funcionario, aunque hasta ahora no se ha tomado ninguna decisión sobre su futuro.
Podrían sancionarlo
La resolución provisional concluyó que tanto Recio como Gil podrían haber cometido faltas "muy graves" según la Ley de Ordenación y Gestión de la Función Pública Valenciana, que pueden ser sancionadas con el despido, en este caso disciplinario.
La Diputación de Valencia decidió apartar del servicio al funcionario, cuya salida efectiva se producirá cuando se publique en el Boletín Oficial de la provincia, en los próximos días.