"¿Voy a perder el pelo?", fue lo primero que preguntó el ex presi brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuando se enteró que padece cáncer de laringe.
Según declaró ayer a la agencia O Globo el director del Departamento de Oncología del Hospital Sirio Libanés, Paulo Hoff, la persistente ronquera y su agravamiento es "un síntoma típico" de esa enfermedad.
"En los últimos días se había estado quejando de que su voz estaba ahora más ronca que nunca", contó Paulo Okamoto, una de las personas más cercanas al ex gobernante.
El recinto hospitalario afirmó que se trata de un tumor localizado que será tratado con quimioterapia en forma ambulatoria.
Fuentes del recinto sapearon que la primera "recomendación" es que deje al toque el pucho, hábito que mantiene por décadas.
Lula, de 66 años y que dejó la presidencia el año pasado, había disminuido la cantidad de cigarros, pero nunca pudo eliminar por completo su adicción al tabaco.
La primera en prestarle el hombro al garoto fue la actual Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien afirmó que vencerá al cáncer al igual como le sucedió a ella (tuvo cáncer linfático el 2009).
Dilma dijo que gracias a "los exámenes preventivos el tumor fue descubierto en un nivel que permite su tratamiento y cura".
La noticia golpeó al pueblo garoto, ya que el ex Mandatario se convirtió en uno de los más queridos en su país luego que durante su gestión 20 millones de brasileños salieron de la pobreza.