Autoridades confirmaron motín policial en la ciudad de Cochabamba y calificaron de "rumores" otras sublevaciones en el resto del país altiplánico. Detractores de Evo Morales exigen su renuncia.
El ministro de Defensa de Bolivia, Javier Zavaleta, declaró a los medios en La Paz que el presidente Evo Morales, que constitucionalmente es el capitán general de las Fuerzas Armadas, dio orden para que los militares no salgan a las calles.
"Ningún militar saldrá a las calles de ninguna ciudad del país", aseveró Zavaleta. La autoridad aseguró que hubo un motín policial en la ciudad de Cochabamba y calificó de "rumores" otras sublevaciones en el resto del país.
Zavaleta confió en que el comandante general de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, haga "reflexionar" a los uniformados que se amotinaron.
El titular de Defensa pidió calma para "no generar caos" en el país, porque "no se va a hacer ninguna operación militar en estos momentos".
Grupos de ciudadanos se concentran frente a comisarías y cuarteles militares en diversas regiones, para pedir a los uniformados que estén al lado del pueblo.
El líder cívico Luis Fernando Camacho, a través de Twitter, instó a los militares a "apoyar la demanda de la ciudadanía movilizada".
Camacho se ha erigido en el principal opositor de Evo Morales, al que exige que renuncie por un supuesto fraude electoral a su favor en las elecciones del pasado 20 de octubre.
Portavoces policiales en Cochabamba, Santa Cruz y Sucre, la capital constitucional de Bolivia, aseguraron que se habían sublevado en protesta contra el Gobierno.
Crisis en Bolivia
Esta situación se produce en medio de la crisis política y social que atraviesa Bolivia desde las elecciones.
Morales ha llamado en los últimos días a sus seguidores a defender el triunfo que le dio el órgano electoral, calificando de intento de golpe de Estado las denuncias de fraude desde la oposición y movimientos cívicos.
Los detractores del mandatario, que lleva casi catorce años en el poder, exigen la renuncia de Morales, la anulación de las elecciones y la convocatoria de una nueva cita con las urnas.
Al menos tres personas murieron en enfrentamientos entre afines y contrarios al presidente en disturbios desde el día después de los comicios, en los que hubo 383 heridos según la Defensoría del Pueblo de Bolivia.