Gringa es hacha para comer sillones

Algunas mujeres son buenas para el chocolate o para los pasteles. Pero en el estado de Florida, en Estados Unidos, una fémina rebasó todos los límites con su folclórico antojito.

Adele Edwards es adicta al relleno de los almohadones y de los sofás.

Hasta hoy la caprichosa dueña de casa se ha zampado siete almohadones, dos sillas y algunas otras delicatessen.

"Al principio me pareció raro, pero luego de masticarlo por un rato me empecé a acostumbrar a la textura", comentó a un diario gringo la mujer que empezó a comer sofás a los diez años.

Según la institución mental Challenging Behaviour Foundation la enfermedad se llama "Pica" y se asocia a todos los que tragan cosas extrañas, como colillas de puchos, tapas de olla, prestobarbas, repuestos para enceradora, afiladores de cuchillo y cacú.

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