En un hecho histórico, ayer el Ejercito de Gringolandia levantó la última prohibición que les quedaba: la de servir a los transgéneros, prometiendo que nunca más les darán la PLR a quienes cambien de género, cerrando un ciclo que comenzó el 2010 cuando por primera vez le dieron la pasada a los milicos homosexuales.
Es que el Departamento de Defensa del gobierno de Obama confirmó un programa para que los militares de por allato puedan cambiarse de equipo sin necesidad de perder la pega ni gastar plata en la transición.
El secretario de Defensa, Ashton Carter, asumió que "la realidad es que hay personas transgénero que visten nuestro uniforme y tenemos una responsabilidad con ellos".
El hombre agregó que el apoyo también será económico, porque un miembro del Ejército gringo que quiera cambiarse de género ya no deberá pagarse la operación con sus propios recursos, ya que todo correrá por parte del gobierno gringo bajo el concepto de "gastos médicos".
"Esto es lo correcto para nuestros ciudadanos y para nuestro Ejército. Estamos hablando de americanos con mucho talento que sirven a su país", agregó.
De yapa, el secre explicó que para darle color en tantas partes del mundo "necesitamos tener acceso a todo el talento que sea posible para poder reclutar a los más calificados y de paso poder retenerlos". De acuerdo a estimaciones del Departamento de Defensa de Yuesei, de un millón 300 mil militares activos, 2 mil 500 serían transgéneros.