Su agonía se prolongó durante once días, pero terminó por fallecer en un hospital de Ucrania.
Por once días se prolongó la agonía de un niño ucraniano, quien murió en un hospital tras haber caído en una olla con agua hirviendo.
Con el 80 por ciento de su cuerpo quemado, el pequeño Daniil Chernneko, de 11 meses de edad, luchó por su vida en un hospital de Odessa, donde llegó en estado crítico.
La tragedia ocurrió en la cada del niño, donde su madre Tetyana, tenía todo listo para bañarlo, para lo que calentó agua en una olla de 10 litros, y tenía otra similar con agua helada.
El bebé estaba sobre un mueble a la espera de ser bañado y, en un momento de descuido de la mujer, cayó al interior de la olla con agua hirviendo. Y aunque la mujer lo sacó de inmediato, el daño ya estaba hecho.
"Lo abracé y lo envolví con un paño de algodón. Cuando lo desenvolví me di cuenta de que su piel se estaba desprendiendo", relató la madre, según el Daily Mail.
Daniil llegó al hospital en estado crítico y afónico de tanto llorar. Pero después de once días de agonía, falleció en el centro asistencial.