Un verdadero milagro de la vida se vivió en Turín, Italia. Una bebé que sólo pesa 800 gramos nació 22 días después que su mami fuera declarada oficialmente muerta. La guagüita está en buen estado de salud.
Una joven somalí de 28 años y con avanzado tumor maligno en el cerebro llegó al Centro Traumatológico de Turín. Los galenos hicieron todo lo posible, pero el pasado 6 de septiembre, el cerebro de Edil murió. Sin embargo, en su vientre aún había vida: su bebé de seis meses de gestación.
Edil fue trasladada al centro de reanimación del Hospital Santa Ana, donde antes de desenchufarla del respirador artificial, los médicos decidieron hacerle una resonancia magnética para ver cómo estaba el feto.
"Considerando el avanzado estado de la gestación y la posibilidad real de hacer venir al mundo a la niña, decidimos hacer ese examen, y el resultado mostró que el feto no había sufrido daños incompatibles con la vida", señala Evelina Gollo, la responsable del departamento de reanimación al diario español El Mundo.
Por eso, pese a estar clínicamente muerta, la joven siguió enchufada a un respirador y alimentada por sonda. Hasta ayer martes, cuando el estado de salud de Edil se deterioró considerablemente y los galenos temieron por la vida de la guagüita.
La cesárea fue exitosa y la pequeñita -bautizada Edil como su mami- pesó 800 gramos y está en buen estado de salud.
En tanto, la madre fue desconectada de todas las máquinas que la mantenían con vida. Ahora podrá descansar en paz.