En un puzzle chino se ha transformado el hallazgo de una niña rubia que fue descubierta en un campamento de gitanos en el centro de Grecia, en manos de una familia que no es la suya.
La pitufita, de unos cuatro años, tiene el pelo y la piel muy claros y los ojos verdes, y según indicaron las autoridades griegas, fue descubierta durante un registro rutinario en un campamento de la ciudad de Farsala, en el centro del país.
La niña estaba en el domicilio prefabricado de una pareja, una mujer de 40 años y un hombre de 39 quienes se presentaron como sus padres, pero los análisis de ADN demostraron que no tenían ningún parentesco.
Por esta razón al toque se abrió una investigación judicial por "secuestro de menor", la cual cuenta con el apoyo de la Interpol y por ahora los medios especulan sobre un posible tráfico de niños.
Según detalla el diario griego To Ethnos, fue el aspecto físico de la niña lo que llamó la atención de la policía.
Vasilis Halatsis, dire regional de la policía en la región de Tesalia, dijo que "la niña puede haber sido secuestrada en un hospital o abandonada por una madre soltera".
La policía cree saber que la niña fue separada de su familia biológica en 2009 y que la pareja de gitanos que la crió engañó al ayuntamiento de Atenas, inscribiéndola con su apellido en el Registro Civil.
