"Desgraciadamente el mundo está liderado por alguna gente muy enferma y (...) es la generación más joven la que va a marcar la diferencia", dijo el expríncipe pensando que hablaba con Greta, según diario The Sun.
Dos célebres bromistas rusos engañaron al príncipe Harry quien, creyendo hablar con la joven ecologista sueca Greta Thunberg, afirmó por teléfono que el mundo está dirigido por "gente enferma" y Donald Trump tiene "sangre en las manos" por alentar la producción de carbón.
"Fuimos nosotros", dijo Vladimir Kuznetsov a la AFP en respuesta a una información publicada el miércoles en primera página del diario británico The Sun. Kuznetsov y su compañero Alexéi Stolyarov, conocidos como "Vovan y Lexus", suelen engañar a políticos, estrellas y otras personalidades con este tipo de llamadas.
Las bromas de "Vovan y Lexus"
Entre sus víctimas figuran el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, su homólogo francés Emmanuel Macron, el icono del pop Elton John y el propio primer ministro británico Boris Johnson cuando era titular de Relaciones Exteriores.
En dos conversaciones con Harry, de 35 años, que tuvieron lugar en diciembre y enero, se engañó al nieto de la reina Isabel II haciéndole creer que estaba hablando con Thunberg y su padre, Svante.
Según The Sun, el príncipe dio su apoyo a la adolescente sueca y atacó al presidente de Estados Unidos por su postura sobre el cambio climático. "Desgraciadamente el mundo está liderado por alguna gente muy enferma y (...) es la generación más joven la que va a marcar la diferencia", dijo según el diario sensacionalista. "Creo que el mero hecho de que Donald Trump esté impulsando la industria del carbón es tan grave en Estados Unidos que tiene sangre en las manos", agregó.
El príncipe que no quiere ser príncipe
Enrique, en el ojo del huracán desde que en enero decidió junto a su esposa Meghan abandonar su papel oficial en la familia real, afirmó asimismo creer que Johnson es "un buen hombre" y Thunberg "una de las pocas personas" que puede llegar al "alma" del primer ministro.
El príncipe también justificó su uso de aviones privados, se distanció de su tío el príncipe Andrés -acusado por una estadounidense de haberla obligado a tener relaciones sexuales cuando era menor- y habló de su traslado a Canadá con Meghan y su hijo Archie, de 10 meses.
"A veces la decisión correcta no es la más fácil. Pero es la decisión correcta para nuestra familia, la decisión correcta para proteger a mi hijo", contó el expríncipe -según The Sun- quien a finales de marzo dejará de ser miembro oficial de la realeza británica.