Confinado a anunciar noticias en el baño se encuentra el periodista british Danny Kelly, quien informó por la cadena BBC que la reina Isabel II había muerto.
Nadie en la flemática y pública emisora puede afirmar que el bueno de Kelly haya estado curado, bajo los efectos de calmantes o simplemente orate, pero lo cierto es que el apóstol de 39 pepas y anfitrión del programa magazinesco y de humor en la región de West Middlands puso música de fondo -God save the Queen- y bien seriote dio por finada a la soberana de 84 años: "La reina Isabel II ha muerto", soltó con tono sombrío.
Altiro saltaron las alarmas en la misma BBC, en el palacio de Buckingham y en Downing Street Nº 10 (casa del primer ministro) para enterarse del golpe noticioso.
Acto seguido, un productor que cachó la talla de Kelly le quitó el micrófono para disculparse en directo con la audiencia y explicar que lo dicho por el periodista no era cierto.
La cadena luego debió emitir un comunicado oficial en el que lamentó el comentario. "Fue completamente inapropiado y la BBC se disculpa abiertamente y sin reservas por ello (…) No había intención alguna de ofender".