El homicida, quien pasaba por un mal momento económico y emocional, escogió a su víctima al azar por puro resentimiento. "No soportaba su aire de felicidad", declaró.
El motivo que puede llevar a alguien a asesinar siempre es cuestionable, pero rara vez banal. Pero siempre hay excepciones. O al menos, eso parece ser en este caso.
Un hombre identificado como Said Machaouat, de 27 años, fue detenido en Italia por asesinar supuestamente a un joven de 33 años en la ciudad de Turín solo porque parecía "demasiado feliz".
Esto, según su propia confesión durante el interrogatorio, informaron las autoridades policiales.
La víctima se trata Stefano Leo, un hombre de 33 años que fue apuñalado mortalmente en el cuello por Said en plena vía pública.
Durante el interrogatorio posterior, el presunto homicida confesó que había elegido a Leo casualmente mientras paseaba por la ribera del río Po y justificó su elección porque no soportaba el "aire de felicidad" de la víctima.
"Elegí a ese joven entre las muchas personas que pasaban porque parecía demasiado feliz, y no soportaba su aire de felicidad", citó el fiscal del caso, Paolo Borgna.
"Yo quería asesinar a un chico como yo, quitarle todas las promesas que tenía, los hijos, arrebatárselo a sus amigos y a sus parientes", fueron sus estremecedoras palabras.
¿Envidia?
Borgna señaló durante una rueda de prensa que el móvil del asesinato es "sorprendentemente banal" y aún debe verificarse el testimonio del acusado.
El comandante de los carabineros, Francesco Rizzo, destacó que la investigación aún no ha sido cerrada y que, por el momento, ya ha sido asegurada la presencia del presunto homicida en la escena del crimen.
El coronel señaló que el asesino, italiano de origen marroquí, pasaba por un mal momento personal, no tenía trabajo, dinero y ni siquiera una vivienda y dormía en un albergue.