Un total de 15 pistoleros y un soldado murieron en un terrible enfrentamiento armado de dos horas de duración que se desencadenó en el corazón de la zona hotelera más pirula de Acapulco, México.
El coronel que encabezó la mocha con los patos malos contó que todo empezó cuando el ejército recibió una pista sobre la presencia de los pistoleros en el sector. Agregó que los cumas abrieron fuego con fusiles y unas 50 granadas contra los soldados que llegaron a la casa.
Los militares encontraron dentro de la vivienda a cuatro policías del estado sureño de Guerrero, quienes dijeron que estaban secuestrados por los hombres armados.
El coronel invitó a reporteros al lugar y habló bajo la condición de no ser identificado por razones de seguridad.