Un informe de la inteligencia naval de Estados Unidos estableció que el submarino ARA San Juan habría explotado a 380 metros de profundidad, y que la presión hizo que el agua ingresara al navío a casi 3 mil kilómetros por hora, lo que provocó la muerte instantánea de los 44 tripulantes.
"Nunca supieron qué estaba ocurriendo. No se ahogaron ni experimentaron dolor. El casco del submarino fue completamente destruido en aproximadamente 40 milisegundos, que es la mitad del tiempo mínimo que se requiere para el reconocimiento cognitivo de un evento", señala el documento redactado por Bruce Rule, de la Oficina de Inteligencia Naval de EE.UU.
El especialista agrega en su informe que la explosión liberó una energía similar a un bombazo de 5 mil 700 kilos de TNT, y que el submarino se hundió de punta a una velocidad de entre 18 y 24 kilómetros por hora.
Causas del desastre
Sobre las causas de la explosión del submarino, Rule sostiene que habría sido producida por la presión del mar y que antes del estallido la nave pretendía "ir a los 40 metros de profundidad para entrar al tanque de baterías, evaluar una avería y ampliar información", según indica la última comunicación que transmitió el jefe de operaciones del submarino.
La falla que la tripulación pretendía revisar, antes de que se produjera la explosión, se habría generado en el tanque de baterías, a causa de un cortocircuito que ocurrió por la entrada de agua de mar a través del snorkel.
El ARA San Juan desapareció en la mañana del 15 de noviembre cuando navegaba desde Ushuaia hacia Mar del Plata, a unos 400 kilómetros de la costa.
Ya han pasado 26 días y el submarino sigue desaparecido en el Atlántico Sur.