El ataque ocurrido durante la madrugada, autorizado por el presidente Donald Trump, representa una dramática escalada en el enfrentamiento en Oriente Medio entre Irán, Estados Unidos y sus aliados.
Irán prometió "fuertes represalias" tras el ataque de Estados Unidos que mató al general de mayor rango de Teherán, quien era además el arquitecto de sus intervenciones en Oriente Medio, cerca del aeropuerto de Bagdad.
El asesinato disparó las tensiones entre las dos naciones rivales. La muerte del general Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds, los equipos de élite de la República Islámica, supone una importante escalada en el enfrentamiento entre Washington y Teherán, que han ido encadenando una crisis tras otra desde que el presidente Donald Trump decidió retirarse del acuerdo nuclear de 2015 e imponer paralizantes sanciones económicas.
Estados Unidos pidió a sus ciudadanos que salgan de Irak "inmediatamente". La embajada en Bagdad, que fue atacada por milicianos respaldados por Irán y otros manifestantes a principios de semana. Está cerrada y todos los servicios consulares quedaron suspendidos, señaló el Departamento de Estado.
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, advirtió que la "máxima prioridad" era proteger las vidas y los intereses estadounidenses. Pero "no podemos poner en riesgo las vidas de soldados, diplomáticos y otros estadounidenses por realizar acciones provocadoras y desproporcionadas".
Más muertes
En Irak hay aproximadamente 5.200 soldados estadounidenses que ayudan en la formación de las fuerzas locales y en la lucha contra el grupo extremista Estado Islámico. El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió que a Washington "le esperan fuertes represalias" tras el ataque, y se refirió a Soleimani como "la cara internacional de la resistencia". Además, declaró tres días de luto por la muerte del general.
En la operación falleció también Abu Mahdi al Muhandis, subcomandante de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), un grupo paramilitar respaldado por Teherán. En total, el ataque dejó ocho víctimas mortales. Entre las que estaba también el yerno de Soleimani, que no fue identificado por su nombre, dijo un responsable de las FMP.