A pesar que el Huracán Irene bajó su intensidad y se convirtió en tormenta, el fenómeno natural dejó la crema en los estados de Carolina del Norte y Virginia. Las autoridades cifran en tres millones de personas las afectadas por los vientos debido a cortes de electricidad totales.
Irene alcanzó Nueva York en la noche del sábado, lugar del cual huyeron cerca de un millón de personas. El viento arrancó árboles provocó destrozos, pero con menor intensidad a las pronosticadas. Finalmente la tormenta se retiró a las 10 de la mañana de hoy, hora local.
Las autoridades constataron que Irene no provocó mayores complicaciones. Los edificios más altos no tuvieron problemas, los autos no se movieron de su sitio y la construcción del nuevo World Trade Center no sufrió deterioros. A pesar de abandonar la ciudad, las autoridades mantienen la alerta debido al material que sufrió desgaste y la inundación de algunas zonas de Manhattan.
Ahora las ciudades que se preparan para su paso con medidas similares a Nueva York son Philadelphia, Hoboken, Nueva Jersey, Baltimore y Boston, donde suspenderán el transporte público.
