Islas Heard y McDonald: La guerra comercial de Trump llega a un refugio de fauna subantártica

Islas Heard y McDonald: La guerra comercial de Trump llega a un refugio de fauna subantártica.
Islas Heard y McDonald: La guerra comercial de Trump llega a un refugio de fauna subantártica.

Las remotas islas australianas, deshabitadas y con ecosistemas únicos, ahora están sujetas a aranceles del 10% a pesar de su nulo comercio con Estados Unidos.

La guerra comercial lanzada por Donald Trump continúa sorprendiendo al mundo, esta vez con la inclusión de territorios deshabitados y países sin comercio significativo con Estados Unidos en su último decreto de “aranceles recíprocos”.

A principios de marzo, en un discurso ante el Congreso, el presidente se refirió despectivamente a la nación africana de Lesoto, la cual, junto con otros países, ha sido objeto de nuevos aranceles, que en algunos casos llegan hasta el 50%.

Sin embargo, la verdadera sorpresa vino con el anuncio realizado por el mandatario norteamericano estas últimas horas, cuando Trump firmó un nuevo decreto que incluye, entre los afectados por aranceles, islas y territorios de pequeño tamaño, algunos de los cuales no mantienen ningún comercio con Estados Unidos.

Uno de los casos más llamativos es el de las Islas Heard y McDonald, un remoto territorio exterior de Australia, ubicado en el océano Índico, cerca de la Antártida.

Estas islas, deshabitadas y prácticamente inhóspitas, están ahora sujetas a un arancel del 10% sobre los productos que puedan llegar a exportar a Estados Unidos. Aunque el arancel es el mismo que se aplica a las importaciones australianas, la inclusión específica de estos territorios deshabitados ha generado burla y sorpresa en muchos medios y analistas internacionales.

Islas Heard y McDonald
Islas Heard y McDonald.

Las Islas Heard y McDonald, que suman apenas 412 kilómetros cuadrados, son principalmente conocidas por su naturaleza volcánica y su clima frío y húmedo subantártico.

Gran parte de su territorio está cubierto por hielo y nieve durante todo el año, y su población se limita a la fauna local, que incluye aves marinas, pingüinos y focas.

Ambas islas han sido declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad y son mayormente visitadas por investigadores científicos, ya que no tienen actividad económica alguna. A pesar de esto, su inclusión en el listado de países sujetos a aranceles ha llamado la atención y generado críticas.

Junto a las Islas Heard y McDonald, otros territorios y pequeñas islas también figuran en el decreto, como las Islas Cocos, también parte de Australia, que con 593 habitantes, ahora están sujetas a un arancel del 10%.

Sin embargo, en este listado no se incluyen países como Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte y Cuba, naciones con las que Estados Unidos ya tiene sanciones y restricciones comerciales significativas.

El reciente decreto de aranceles refleja la intensidad de la guerra comercial que ha caracterizado la segunda administración de Donald Trump, en la que incluso territorios lejanos y de escasa relevancia económica se ven afectados por las políticas comerciales de la Casa Blanca.

La inclusión de estos pequeños territorios en la lista de aranceles ha desatado burlas y críticas, pero también evidencia el enfoque proteccionista y a menudo impredecible de las políticas comerciales del gobierno estadounidense.

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