Con críticas hacia la ideología de género y la corrupción, Jair Bolsonaro asumió la presidencia del gigante sudamericano.
Jair Bolsonaro ni se arrugó para simular con sus dedos un revólver gatillando una bala a su ingreso al parlamento brasileño, a pesar de su "compromiso de construir una sociedad sin discriminación o división".
El polémico ultraderechista y ex militar asumió ayer la presidencia del gigante sudamericano bajo la mirada latente de Latinoamérica y el mundo.
Cientos de miles de sus compatriotas se agolparon sobre las vallas papales desplegadas alrededor del Congreso Nacional en Brasilia, para dar la bienvenida al nuevo gobernante, que entre otras polémicas ha mencionado su deseo de hacer realidad la libre disposición de armas para la 'protección' de los ciudadanos.
El nuevo jefe llegó al lugar de la ceremonia en un automóvil Rolls Royce descapotable junto a su esposa Michelle Bolsonaro, su hijo Carlos Bolsonaro y cinco guardias de seguridad que corrían alrededor del vehículo.
Discurso
Al asumir el mando, a las 15.00 hora local (las 14.00 en Chile), el nuevo jerarca de estado afirmó su compromiso con la religión católica y con la familia, además de criticar los casos de corrupción de los gobernantes anteriores y las ideologías de género.
Para ello, llamó a sus ex compañeros parlamentarios a "ayudarme en la misión de restaurar y volver a erguir a nuestra patria, liberándola definitivamente del yugo de la corrupción, la criminalidad, la irresponsabilidad económica y la sumisión ideológica".
Además, juramentó a los 22 ministros de su gabinete, entre los que destacan cinco ex militares y sólo dos mujeres.
Seguridad. Una de las incidencias que llamó la atención del evento en la capital brasileña fueron las fuertes medidas de seguridad impuestas, debido al incidente vivido por el Bolsonaro el pasado 6 de septiembre, cuando fue apuñalado y debido a ello sufrió graves lesiones que lo obligarían a someterse a una operación en los próximos días.
En total, cerca de 12 mil agentes de seguridad pertenecientes a las Fuerzas Armadas se encargaron de proteger al mandatario, utilizando tanques, aviones de combate y misiles antiaéreos.
"El nivel de riesgo fue establecido en virtud de los hechos que ocurrieron antes de la elección", indicó el coronel de la policía militar brasileña, Andrés Silva.
De no mediar algún suceso extremo, Jair Bolsonaro estará en la cabeza del Ejecutivo de Brasil hasta el año 2022.