El país nipón es el segundo en crear un Ministerio de la Soledad, después de Reino Unido, que lo creó en 2018 (Ministry of Loneliness). Una tasa de suicidios de 16,2 por cada 100.000 habitantes respaldan esa decisión.
El maldito coronavirus, desde su irrupción, golpeó prácticamente en todos los frentes. Sin ir más lejos, además de las miles y miles de víctimas, las cuarentenas a nivel mundial propiciaron el aumento de los niveles de ansiedad y también de la soledad. Precisamente ese sentimiento, el de soledad, se duplicó o triplicó. Y que lo diga Japón donde, sólo en 2020, se suicidaron 20.919 personas. 750 muertes más que en 2019 y, según reportan los medios nipones, el primer aumento interanual de casos en 11 años.
"Los suicidios son el resultado de muchas cosas diferentes, pero creo que una cosa que definitivamente podemos decir es que hubo un impacto del coronavirus en factores económicos y de estilo de vida", decía en esa línea, en enero, un funcionario del Ministerio de Salud nipón.
Es por eso que el pasado 12 de febrero, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, anunció la creación del Ministerio de la Soledad: una cartera diseñada para establecer políticas públicas que permitan combatir la soledad y en consecuencia la alta tasa de suicidios que cuenta el país.
El encargado es Tetsushi Sakamoto, también al frente de la lucha por frenar la caída de la tasa de natalidad y de revitalizar las economías regionales.
El plan de Sakamoto
El ministro y su equipo ya establecieron un modus operandi: en su primera etapa, consistirá en abordar el problema de la soledad desde la ciencia, es decir, con análisis de datos más veraces, así como con encuestas mejor diseñadas y esfuerzos de otras carteras gubernamentales.
"Espero realizar actividades para prevenir la soledad social y el aislamiento, y proteger los lazos entre las personas", dijo Sakamoto tras asumir.
El gobierno nipón, también, creó una "oficina de contramedidas de aislamiento y soledad" dentro del gabinete. El fin de ésta es atacar a tiempo para prevenir el suicidio y la pobreza infantil. Dos elementos que aumentaron durante el período de la pandemia.