Insólito: al menos 4 mil japoneses sin techo viven en cibercafés de Tokio

Japón es ese tipo de país que nunca deja de asombrarnos. Su peculiar cultura puede, a veces, rozar lo insólito y  lo bizarro para nosotros.

Suicidios en masa, modas excéntricas o los famosos hikikomori (jóvenes que se recluyen en sus habitaciones para nunca ver la luz del sol) son algunas de las cosas que hacen de Japón un país peculiar. Y a todo esto se suma una nueva tendencia: vivir en cibercafés.

A diferencia de Chile, allá los cibercafés son establecimientos abiertos durante las 24 horas. Y por un módico precio, ofrecen un pequeño cubículo donde dormir. Estos vienen equipados con un colchón, una manta y servicio de internet.

Son en estos estrechos y claustrofóbicos espacios donde miles de personas sin techo han decidido instalarse para vivir, a falta de residencia propia.

La cifra va en aumento

Una reciente encuesta realizada por el Gobierno nipón arrojó que unas 4 mil personas sin residencia estable viven en los cibercafés de Tokio. Y sigue aumentando.

Según los datos, 15 mil personas usan estos establecimientos -muy populares para jugar videojuegos o ver películas- diariamente para dormir. Para unos 4 mil de ellos, conocidos como "los refugiados de los cibercafés", estos lugares son su vivienda fija.

Algunos son trabajadores esporádicos que no tienen el dinero suficiente para arrendar una vivienda en Tokio y que encuentran en los cafés una alternativa económica para pasar la noche.

Amarga realidad

Con precios que fluctúan entre los 7 mil pesos por noche, los cientos de cibercafés que existen en la capital nipona ofrecen todo tipo de servicios: desde bebidas, a computadores, televisores, servicio de arriendo de películas o de venta de comida rápida.

Cerca de un tercio de los encuestados dijeron que se habían quedado sin hogar después de quedar sin trabajo y que la falta de ingresos estables y los altos costos iniciales les impiden arrendar de nuevo una habitación.

La mayoría está en la treintena y muchos perdieron su trabajo durante la crisis económica de 2008. En los mayores de 50, en cambio, son las dificultades para competir con trabajadores más jóvenes lo que los ha llevado hasta ahí. Una situación sombría que muestra la cara más deprimente de Japón.

https://www.youtube.com/watch?v=cgmtLdvfrkg

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