La familia real qatarí, que está forrada en petrodólares, decidió sacar el sencillo que tenía en los bolsillos y compró el famoso cuadro "Los jugadores de cartas" de Paul Cézanne en 250 millones de dólares. De esta manera se convirtió en el mayor pago hecho jamás en la historia del arte moderno. El record anterior lo tenía "Desnudo, hojas verdes y busto" de Picasso que se había vendido en 106 palos verdes.