Una joven estadounidense murió al ser atacada por tres tiburones mientras practicaba snorkel en Bahamas con su familia. Su devastado padre, Michael Lindsey, señaló que ella era una "devota de los animales".

Se trata de Jordan Lindsey, de 21 años y proveniente de California, quien se encontraba cerca de la isla Rose, al este de la capital Nassau, cuando ocurrió el accidente.

La familia de ella vieron a los tiburones y trataron de advertirla, pero no los escuchó a tiempo. Kami Lindsey, la madre de la estudiante, también estaba en el agua en ese momento, pero el ataque ocurrió demasiado rápido para que pudiera brindarle ayuda.

La joven fue llevada a la costa y trasladada al hospital, pero murió al llegar. Las autoridades dijeron que su brazo derecho estaba completamente cortado por el ataque. Sus brazos, piernas y glúteos también fueron mordidos.

 No son ataques tan comunes

El pasado 2 de junio una joven de 17 años fue atacada por un tiburón en Carolina del Norte y resultó con heridas en ambas piernas, la pelvis y sus manos, informaron entonces las autoridades locales.

Cinco personas murieron por ataques de tiburones en todo el mundo en 2018, un periodo en el que los incidentes no provocados fueron inferiores al promedio y en los que más de la mitad de las víctimas fueron surfistas o practicantes de otros deportes con tabla, según un informe científico publicado en enero de 2019.

El Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF), una entidad de la Universidad de Florida con sede en Gainesville (EE.UU.), investigó 130 incidentes entre humanos y tiburones en 2018, de los cuales catalogó 66 como no provocados, una cifra inferior a los 84 registrados en promedio anualmente en el periodo 2013-2017.