En medio de rumores de que el líder libio, Muammar Khaddafi, arrancó de su país hasta Venezuela, y la renuncia y petición de asilo de varios colaboradores del gobierno, el Ejército bombardeó a los manifestantes desde aviones y asesinó a casi 250 civiles.
Según la cadena árabe Al Jazeera, los ataques aire - tierra a la capital Trípoli, "han sido intensos y se han sitiado varios barrios". La información fue recabada por fuentes al interior de la ciudad.
Pese a la versión del canal qatarí, el medio online Quryna, desmintió el ataque de militares. El periódico sería cercano al hijo mayor de Khaddafi, indicó EFE.
La versión del ataque a ciudadanos también fue confirmada por dos pilotos de Cazas que se habrían negado a matar a sus compatriotas y en pleno vuelo se desviaron a Malta, donde pidieron asilo político, apuntó la agencia AP.
La cadena de televisión estatal de Libia contó que las fuerzas de seguridad realizaron un operativo "contra los saboteadores y quienes siembran el terror, y en el que varias personas murieron".
Antes del bombardeo, la ciudad perdió toda señal de celulares e internet, tal como ocurrió durante las protestas en Egipto.
Mientras recrudecían las protestas en Trípoli, se supo que el ministro de Justicia, Mustafa Abdeljalil, renunció a su cargo debido a "la sangrienta situación".
Al Jazeera confirmó que el ministro encargado de Emigración y de la Comunidad Extranjera, Ali Errichi, exigió hoy formalmente a su líder, que abandone el poder.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores british, William Hague, aseguró que Khaddafi abandonó el país y tomó un avión con destino a Venezuela, lo que fue desmentido por el gobierno.