Las evas postmenopáusicas que se van al porcino con el consumo de grasa presente en alimentos fritos y horneados, aumentan en forma alarmante el riesgo de infarto cerebral respecto de las que le hacen a la comida sana, según un estudio gringolio publicado este jueves.
Eso sí, los mateos de la Universidad de Carolina del Norte mandan un salvavidas y señalan que tomar aspirinas podría reducir este riesgo, según el estudio publicado en la revista Anales de Neurología.
Antes que cayera la teja los investigadores sapearon a 87.025 mujeres de entre 50 y 79 años, generalmente en buen estado de salud al iniciar el estudio.
Las féminas que soltaron que se iban al porcino comiendo productos altos en ácidos grasos insaturados, equivalentes a 6,1 gramos por día, registraron una incidencia un 39% mayor de infarto cerebral -debido a una arteria bloqueada- que las mujeres que tomaban 2,2 gramos al día de ese tipo de grasas.
No pillaron ningún vinculo significativo entre el riesgo de derrame cerebral y la cantidad de grasa total consumida, o el nivel de colesterol en la dieta.
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