Una nueva tendencia se está abriendo paso entre los diferentes tipos de turismo, ya que son cada vez más los interesados en tomar parte en las denominadas visitas guiadas a inmuebles o zonas vinculadas a cototas desgracias.
Tal cual, porque esta moda, que podría llamarse de turismo macabro, busca mostrar los lugares marcados por alguna tragedia, como en la actualidad ocurre con la pequeña localidad austríaca de Amstetten, hasta donde han llegado cientos de curiosos para ver con sus propios ojos la casa en la que Josef Fritzl mantuvo encerrada durante 24 años a su hija Elisabeth, a la que violó durante todo ese tiempo y con la que tuvo siete hijos.
OTROS CASOS
Cientos de personas llegan cada día también a Praia da Luz, en Portugal, para conocer el hotel desde donde desapareció hace más de un año Madeleine McCann.
En Tailandia, en tanto, la llevan las visitas a los lugares que arrasó el tsunami de diciembre 2004, mientras que en Estados Unidos no son pocos los que viajan a Nueva Orleans para fotografiarse con las ruinas que dejó a su paso el huracán Katrina, que devastó la ciudad en 2005.