Thomas Matthew Crooks recorrió varios kilómetros antes de intentar asesinar al ex presidente y candidato republicano de Estados Unidos.
El pasado sábado 3 de julio el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, estuvo a solo centímetros de la muerte luego de un ataque armado durante un mitin en Butler, Pensilvania. El candidato a la Casa Blanca recibió un disparo en su oreja derecha de un rifle semiautomático AR-15.
El autor de los disparos fue Thomas Matthew Crooks, de 20 años que subió una estructura para tener un buen ángulo, que finalmente le permitió disparar a una distancia de unos 120 metros. Inmediato tras el ataque fue abatido por el Servicio Secreto, y ahora la policía ha estado reconstruyendo las horas previas del joven.
Según han podido investigar, Thomas era oriundo de la localidad de Bethel Park, pero antes de ponerse rumbo al evento de campaña de Trump hizo una serie de paradas en los suburbios de Pittsburgh y sus alrededores, aproximadamente a una hora en auto hasta el lugar del atentado.
Su preparación
Según confirmó la policía a CNN, el joven provenía de una familia en donde las armas son habituales, al igual que disparar, ya que junto a su padre formaban parte de un campo de tiro, lugar que Crooks visitó el día previo al atentado con el objetivo de practicar.
Thomas completó su plan la misma mañana del sábado 13, ya que aún le faltaban algunos detalles. Fue a una tienda comercial en la que compró una escalera de metro y medio, la que se presume que usó para llegar hasta el sitio en que disparó.
Posteriormente fue a una armería, en la que adquirió 50 cartuchos de munición. La policía tampoco ha podido corroborar que esas balas hayan sido las que usó. Tras hacer las compras, manejó su vehículo Hyundai Sonata por alrededor de una hora hasta llegar a Butler.
¿Cuál fue el motivo?
Una vez que llegó a la ciudad, se estacionó en las afueras del lugar en donde Trump haría su mitin. Según dijo un funcionario policial al citado medio, tenía un artefacto explosivo improvisado escondido en el maletero, el cual estaba conectado a un transmisor que llevaba. Los uniformados creen que con una explosión esperaba desviar la atención tras el ataque.
Sin embargo, no se sabe cómo los puso este mecanismo en el vehículo, considerando que sus búsquedas en Internet no mostraron indicios de que investigara cómo fabricar explosivos.
El origen del rifle que utilizó para intentar asesinar a Donald Trump es lícito, ya que este había sido comprado legalmente por su padre, quien también tenía más de 20 armas registradas a su nombre y guardadas en su casa familiar.
A pesar de todo lo que se ha investigado, en colaboración con los padres del joven, todavía no se tiene claridad sobre cuáles fueron sus motivos para efectuar este violento episodio. Revisaron su teléfono y su computador, sus historiales de búsquedas y su pieza, además de haber entrevistado a familiares y conocidos. Tampoco han encontrado pruebas concretas de que haya operado bajo motivos políticos o ideológicos.