Alia Ghanem habló por primera vez sobre su hijo y culpó a las malas juntas que llevaron a su hijo por el mal camino. "La gente en la Universidad lo cambió. Se convirtió en un hombre diferente", recalcó.
Osama bin Laden, el líder de Al Qaeda, no era una mala persona, pero gente de la universidad "lo cambió y lo convirtió en un hombre diferente". Así lo afirmó la madre del terrorista, quien aceptó por primera vez una entrevista.
A falta de poco más de un mes de que se cumplan 17 años del mayor atentado terrorista en Estados Unidos, el 11-S, la madre de Osama, Alia Ghanem, sacó la voz en una entrevista exclusiva con The Guardian.
"Era muy buen muchacho hasta que conoció a algunas personas que le lavaron el cerebro cuando tenía poco más de 20 años. Puede decirse que era un culto. Era muy tímido de niño. Pero la gente de la Universidad (Rey Abdulaziz) lo cambió", afirmó la mujer que vive actualmente en Yeda (Arabia Saudita) junto a dos de sus hijos, Ahmad y Hassan, y su segundo marido, Mohammed al-Attas.
Es que durante esa etapa Osama conoció a Abdullah Azzam, miembro de la Hermandad Musulmana, y se convirtió en un guía espiritual. Esto fue el primer paso para el hombre que más tarde lideraría la célula terrorista Al Qaeda durante dos décadas.
"Recibía dinero por la causa. Siempre le dije que se mantuviera alejado de ellos, pero nunca me admitiría lo que estaba haciendo porque me quería mucho", agregó Alia.
Impensado
Bin Laden tuvo su bautismo de fuego a principios de 1980 cuando viajó hasta Afganistán para combatir la ocupación soviética. Una etapa especial, según su mamá. "Todos los que le conocieron en esos días lo respetaban. En ese momento estábamos muy orgullos de él. Hasta el Gobierno de Arabia Saudita lo trataba de manera muy noble. Después se convertiría en 'Osama, el yihadista'".
Sin embargo Alia enfatizó que "nunca se me pasó por la mente" que su hijo estaría involucrado en el movimiento yihadista. "Cuando nos enteramos estábamos muy molestos. No quería que nada de esto sucediera. ¿Por qué tirar todo por la borda?".
La última vez que bin Laden compartió con su familia fue en Afganistán en 1999, un año en que lo visitaron dos veces en su refugio ubicado en las afueras de Kandahar. "Era un lugar cercano al aeropuerto que le habían sacado a los rusos. Estaba feliz de recibirnos. Después mató a un animal y tuvimos un banquete en el que invitó a todo el mundo", cerró la madre.